domingo, 18 de agosto de 2013

De como al principio, todo era azul en vez de rosa.

Toda historia de amor idealizado tiene un comienzo color de rosa, pues esta no, era azul, de un azul tan intenso como la mas profunda depresión que este color simboliza... Era tanto el apego y las ganas de amarlo que negué con todas mis fuerzas los hechos que me indicaban lo que se venia mas adelante, un infierno.

Soy una persona que tiende a ser depresiva, siempre he tenido problemas de autoestima, falta de afecto maternal, y ni hablar de amigos... muy pocos y contados. Una vulnerabilidad siempre ha estado en mi aunque trato de no dejarme caer y seguir adelante.

Creo que estos factores dejaron ver una parte de mi de la cual "Él" tomó ventaja, llegué a su vida a finales de Mayo por una casualidad de la vida, laborábamos juntos. Pero para terminar el cuadro de portada de la mejor manera, era mi superior.

A veces me dejaba haciendo todo el trabajo sola, para irse a coquetear con otras mujeres con la excusa de que si yo no lo hacia sola, como iba a aprender?, con esta mentira y cortina mental me quedé callada ante tal atropello pensando en que si le demostraba que yo era capaz, iba a tener una mejor percepción de mi.

Una llamada al celular, dos llamadas, tres y hasta 8 al día, recibía constantemente de su ex-novia quien reside en otra parte del país y la cual conoció por Internet, si, un chat. Reclamos, peleas, mensajes, hasta le pagaba los viajes para venir a esta ciudad, cabe aclarar que ella tenia a otra persona en donde vive. Osea el engaño era múltiple.

El día en que me metí en estas aguas turbulentas, el me preguntó quien me parecía mas atractivo en la oficina, antes de yo contestarle la respuesta volvió a sonar su celular, era ella para reclamarle por que no se había reportado y que estaba haciendo, el respondió "mi amor estoy en la oficina" desde ese momento supe que ellos no habían terminado, pero seguí negandolo hasta hace poco, conservando la esperanza de que todo esto fuera pasajero o no fueran mas que confianzas exageradas.

Al final respondi, fulanito, peranito, sultanito y pues, el jefe. A lo cual me mira con una sonrisa picarona y me devuelve la afirmación. Yo contenta por que creía que la cosa no iba a pasar a mucho pues comencé a ser mas seductora con el, a pesar de las advertencias de todos mis amigos y compañeros de oficina, las cuales ignoré creyendo que era simple y mundana envidia seguí adelante con mis coqueteos.

Aún no logro responderme a mi misma por que lo hice, por que seguí la corriente de ese juego si yo sabía que el solo me quería para una cosa... SEXO, sabiendo que a la final yo no quería eso, ni quería una relación a largo plazo, ni mucho menos quería terminar como estoy ahora, violentada, maltratada y con miedo todos los días.

Continuará...

María.

No hay comentarios:

Publicar un comentario